Claro, "la unión hace la fuerza" reza el dicho, pero ¿hace lo mismo la cantidad?, porque esa marea de manifestantes, ¿todos ellos compartían las mismas razones, motivos y la condición identitaria de ser docente?, moralmente muchos estén orgullosos por su condición de educadores y compartan esa dignidad que solo puede surgir con el concepto de vocación, mientras que para otros, hallar en el ejercicio de la educación una fuente de trabajo necesaria para subsistir, algo que no pone en tela de juicio sus capacidades de docentes, no los hace menos competentes respecto a los primeros.
¿Hubo inquietudes políticas de muchos docentes que utilizaron la actividad gremial para expresarse en contra del gobierno? ¿o los gremios involucrados fueron ellos quienes tomaron el descontento y los enojos y tornarlo en herramienta política en contra del oficialismo?, quizás las dos variables estaban en juego.
Pero no todo el espectro docente hizo el paro, hubo otros que no lo hicieron, entonces, esos,¿ qué son?, ¿son pro-gobierno en contra de sus intereses salariales?, ¿son los verdaderos docentes vocacionales que piensan en sus alumnos y no hacen paro?, además, cuando se dice docente ¿hablamos de maestras/tros, de profesoras/res del secundario, terciarios y universitarios?, porque lo que se visibiliza es el guardapolvo blanco, sin embargo, este planteo no será necesario y delimitar tales aguas ante la actitud del gobierno en insistir con su rumbo actual, que nos lleva a interrogar ¿es suicida el oficialismo, no entiende en el fondo sobre dónde está parado?
Porque provocará la creación efectiva de todo el arco docente y una fuerza para luchar, con resistencia en las calles y aulas vacías, trasladable a las próximas urnas a realizar, he aquí la unidad real de todo el universo docente y no en la declamada compañeras/ros y junto a ellos, el universo de todos los proletarios argentinos maltratados.
Señalamos las acciones del gobierno provocadores de unidad, como acciones realizadas adrede y que nos permite elucubrar una hipótesis un tanto temeraria y es, "la hipótesis del auto boicot", el gobierno (sus máximos representantes) ya hicieron a lo que se vinieron hacer: negocios y con el mal ya hecho, si o si deban lidiar con la pesada carga de soportar las consecuencia de sus decisiones y algo que ellos no están dispuesto a tolerar, ¿por qué estar en un lugar donde ya no se quiere estar y tolerar a la masa?, entonces, salir elegantemente y no repetir a un De la Rúa sea el próximo paso a seguir y para ello, buscar la reacción de unos de los gremios considerados más bullanguero y movilizante: los docentes.
Entonces, no es una postura incauta que el gobierno siga su línea económica de importación y todo lo que ello significa, la amenaza de represión que en algún momento va a suceder, el vituperio que significa "el caer" en la educación pública, la postura cínica que desconoce no lo que hace sino lo que provoca y genera, y para salvar las apariencia el relato de enfrentar a las nuevas elecciones, competir en ellas y dar la apariencia que le importa la instancia electoral como medio de su interés hacia la gente donde lo mediático, juegue a desconocer semejante plan.
No es gratuito el concepto de desestabilizar por el cual se victimiza el gobierno en otras palabras, he aquí la punta del iceberg que muestra pero esconde su cabal intensión, utilizar a los terceros para su propio boicot.
Galtieri supo renunciar alegando que "ya no tenía apoyo", pero en este caso no se trate de eso, sino hallarse ante una oposición de carácter democrático, curiosamente, ¿por qué el gobierno habría de tener en cuenta a las mayorías ahora y no con las acciones que tomaron, toman y tomarán en contra de ellas?
Así, encontrarnos ante una paradoja notable más propia de ciencia ficción política, "la flama del movilizar sería funcional a los planes del gobierno".
Sin embargo, cuestionamos que sea una paradoja fortuita, sino la de estar en un escenario de la perenne política donde las apariencia, los intereses jamás son claros ni prístinos, del tipo "nos peleamos en público pero convenimos privadamente u oposición concertada".
Pero sea como sea, unos quieren irse y otros quieren llegar, tal es la cuestión de fondo, mientras, el escenario está montado a modo de una obra de teatro donde los roles ya están guionados como parte de un destino y fijado de antemano por fuerzas foráneas, ajenas porque siempre están ligadas a la representación que anulan el verdadero poder que significa lo propio y que es la auto gestión de la gente, por ello la estrategia de toda representación y en la que se encolumnan políticos y sindicalistas : el generar más y más crédulos, porque en éstos se encuentre la garantía de aquellos.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias