Indefensión

El delincuente sabe lo que hace, pero ¿entiende lo que hace?, ¿entiende que él es parte de un sistema que reproduce con su delinquir?, y aplicar "el ojo por ojo y diente con diente" participe de un sistema de injusticias, copiando la formas que lo ha hecho "ser lo que es", al robar lo que no le pertenece y provocar el consiguiente desequilibrio.

¿Esto está a favor del delincuente o se lo victimice por ser "hecho" tal?, si el delincuente crece, vive, nace y se desarrolla en un contexto de delincuencia, el equilibrio será que él sea delincuente, la paradoja extrema nos lleva a concebir como un acto de injusticia en un contexto de delincuencia y germen de desequilibrio, en aquellos sujetos que no son ladrones.

Pero algo debe quedar claro, la condena recibida por infringir la ley no devuelva lo que él ha provocado y si señalamos a delincuentes de "guantes blancos" (¿es diferente el contexto de los otros delincuentes?), en la mayoría de los caos ni siquiera castigo haya, porque a ese nivel el robo es dicho con el eufemismo de "vaciamiento" mientras que en este otro nivel, toparnos con rateros, ladronzuelos etc., mostrados por algún programa televisivo policial.

Una cuestión debe quedar claro, que el delincuente mientras más ignorante es, menos culpabilidad tendrá por esa falta de entendimiento y si le agregamos la adicción del alcoholismo y la drogadicción, cargue con ese beneficio extra por no contar con elementos básicos para tener una cabal comprensión, no de lo que hace sino "de lo que provoca", pero aquel de "guantes blancos", ese sea el más culpable porque sabe, entiende, lo que hace y provoca, y la base de su impunidad consista en parapetarse en el cargo o función que presta en la sociedad.

El haber robado el alambre de la escuela N°6 y por ello, algún joven armado ingresar en sus inmediaciones, como el saber quiénes son algunos de esos jóvenes y nadie hace nada, ya no habla del delito, ni de la pena etc. sino del estado de indefensión que reina, porque en zonas donde impera la ley del más fuerte, del más matón y el más guapo, las condiciones de una escalada de la violencia será algo palpable, por el cual armas, agresiones, amenazas, sea el medio para dirimir disputas, entuertos y malos entendidos.

Y que nos lleva a preguntarnos, ¿cómo se tratan los delincuentes entre ellos, bajo la convivencia del respeto o de la ley del miedo?, ¿existe el código que no se roba en la zona donde se vive?, ¿tienen proyectos y expectativas de vida como todos?, la justicia entre ellos ¿ser el descuido de sus víctimas?, ¿y no son cómplices aquellos que compran lo robado y por estos, exista entre otras cosas también la delincuencia?

La indefensión sea proporcional a las formas de defensa personal centradas en las armas, una carrera armamentista sigilosa se vaya generando y la defensa como la justicia no será algo institucional, sino personal y privada, ahora, cuando el corolario de la misma arrebata una vida, entonces, ahí aparece recién el estado, antes, no.

Es como que la muerte obliga a intervenir pero no para evitarla, sino para que una burocratización sea puesta en marcha para abordar el hecho.

Lo que si queda claro en todo esto, es que el hecho de robar el alambre perimetral o el ingreso armado de un pibe, ponga en zozobra y denuncie las falencias de un sistema que en el discurso dice contener, pero que estos hechos muestran la indefensión y la falta de contención de estas escuelas que pasan por este estado de cosas.

Mientras, la reciprocidad de otras instituciones o empresas comerciales para proveer el alambre al cerco perimetral.....¡ha llegado!.

Juan Oviedo

SiGesellnoticias

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