La AFA no ignoro tal hecho y prontamente lo puso a la cabeza de la selección mayor e hipotéticamente habría de conducir a un periodo brillante de logros, títulos, destreza y cuanta cosa más, no solo emulando al periodo del Diego sino quizás superarlo, claro, la AFA no tuvo en cuenta algo, el Messi del Barcelona si apareció como tal en la selección, lo hizo en cuentagotas, por lo tanto, nada de emulación y apenas segundos puestos.
Lo que está claro en estos lugares que todo el mundo deportivo para loas o para defenestrarlo vive del apellido del jugador, si o si es la gran figura mediática que hipnotiza a propios y a extraños que han creado la gran cadena parasitaria para poder vivir de él, así, fisco, casamiento, cambio de look, negocios de la esposa, los nuevos émulos de él, familia, barrio, Rosario, todo gire alrededor de este joven del cual no se sabe nada (¿importa?), porque incluso él mismo, se devore a sí mismo, se parasite a si por quedar formalmente alienado en esto de pegarle y correr detrás de la pelota como su única función, condición, capacidad y humanidad destinada como jugador de futbol.
La parasitación si o si obliga y genera destinos más allá que la persona los quiera realizar y la obliga a cumplir, el hecho de la renuncia a la selección y la marcha atrás de la misma nos muestra a un joven viviendo una zozobra, muestra a alguien al que le han puesto un sayo y que se quiere prontamente desprender, por ello se habla de infelicidad, desgano, tristeza y cuanta cosa emocional que utiliza la parasitación para justificar sus ausencias en un campo de juego contrario a sus expectativas, pues lo que se crea más allá del campo de juego (negocios, intereses, contratos publicitarios) no puede resolverse con gambetas ni resultados futbolísticos, pues la parasitación así lo demanda.
Después del partido con Venezuela surgió un video que muestra a Messi jugando y abrazando a uno de sus hijos, mientras aquí, una conmoción periodística rumea aun el empate y se desangra entre agravios, desconciertos y cuanta cosa más, para colmo este sábado 09-09-17 en el Camp Nou, Messi marca tres goles como si nada y por supuesto, la clásica alusión a su juego en Argentina,¿ por qué no los hace acá?
Técnicos, jugadores, periodistas, todos encolumnados detrás de Messi, mientras, para la gran afición argentina solo despierte tímidos reconocimientos y para muchos, sea un joven al que han puesto a hacer una función que no es jugar al futbol, sino que el mismo juego ser una justificación para vivir de él o en otras palabras, poder montar la parasitación a Messi, hasta que deje de ser útil.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias