Desde este trasfondo nadie a priori niegue que mentir posea sus réditos, y tener a la mentira como una estrategia a implementar algo justificable por sus efectos positivos, por el cual no mentir y no falsear sean premisas de moralistas o pseudo religiosos de otros tiempos, y al estar bien organizada se ancle en la conciencia de un grupo o un colectivo etc., vayamos a algunos ejemplos.
Hay que pasar el invierno.
El que apuesta al dólar pierde.
El Justicialismo ha dejado de ser la causa de un hombre para ser la causa del pueblo, y por ella sí valdría la pena darlo todo, incluso la vida.
La Iglesia es una fuerza amiga que continua aceptando los principios básicos enunciados por el Proceso de Reorganización Nacional.
Con la democracia se cura, se come y se educa.
Síganme, no los voy a defraudar.
La revolución productiva.
Seré el médico, seré el maestro, seré el que dé trabajo a cada argentino.
La Argentina es un país condenado al éxito.
Nosotros no lucramos. Tenemos convicciones e ideas. No estamos en el negocio de la política. Estamos en la transformación de la Patria.
Si quieren tomar decisiones de gobierno, formen un partido y ganen las elecciones.
Queremos un país con pobreza cero
Las frases pertenecen a las campañas o a presidentes de turno y funcionarios de los últimos 60 años para redondear, los vaivenes electorales nos señalan una lucha desesperada por no ser presa de la enajenación o por el contrario, resultados electorales donde la enajenación ya este instalada, no debemos olvidar algo, que toda enajenación está en relación inversa con la conciencia, "a menos conciencia más enajenación".
Quizás un lector atento se pregunte, bueno, ¿donde está la mentira en los ejemplos señalados? Respondemos, aun siguen los ajustes, el dólar fue y será quien imponga su cotización, el pueblo del justicialismo es seguir a sus líderes, el vaticano y su mimesis política, la democracia es solo un sistema electoral, la frase pertenece a un hombre en la que se encolumnó el peronismo, época de pobreza y desocupación en tal mencionada revolución, si, hay una condena pero nada exitosa, una vez más el significante de la patria y el significado partidario de patria, y recurrencia de gobiernos castrenses como justificación a sus golpes, bueno, el descontento presente hizo posible que un nuevo partido ganara, ah, esa pobreza a combatir es parte de la Argentina oscilando entre 20 y 30 % desde el proceso hasta nuestros días.
Desarrollo, crecimiento, justicia social, progreso, soberanía, independencia, democracia, partidos políticos, pueblo, organización, etc. , fueron en sus momentos conceptos sustanciales para interpretar y cambiar políticamente lo que sucedía en el país, pero en algún momento comenzaron a perder vigencia y mudar, a convertirse en esclerotizantes fórmulas estereotipadas (como son las de los candidatos) y pasar a ser creencias, lo duro y rígido de todo creer es que perdieron su otrora utilidad a ser interesantes enunciados que permitían interpretar, analizar, bucear en la realidad del país a transformar.
La verdad que toda mentira busca ocultar, es que detrás de estas creencias solo hay gran sumisión intelectual, partidaria, personal, por el cual esas organizadas mentiras penetrar en las conciencia particulares y así, perpetuar los intereses partidarios y fundamentalmente de la clase política.
Justicia social, pobreza cero etc., en un país que hizo de la clase media su bandera de éxito, muestre como nadie al desclasamiento esperando por su llegar a su "llegar a ser", y ahí, ¿quién puede dudar de la alienación y la enajenación instalada en esta República?, de ahí el éxito de la mentira y su duplicidad reinando.
Mientras, el Show debe continuar...............................
Juan Oviedo
SiGesellnoticias