¿Recuerda ese término de la "obediencia debida"?, fue el artilugio jurídico de las fuerzas armadas de aquel tiempo para evitar el juicio y castigo a la larga fila de subordinados al sostener que estaban en "una guerra" y lograr con tal figura la exención de culpabilidad.
Pero toda mentira posea solo una arista y no deba confundirse con la cognoscitiva que versa acerca del error, aquí estemos frente algo involuntario porque se cree que algo es verdadero cuando es falso, se trata de una equivocación, un error involuntario, porque la mentira si o si refiere al ámbito moral, ya que el mentiroso sabe que miente, sabe lo que hace y no puede justificarse en "ser" un mero reproductor que sigue una orden, sino de alguien que confabula con quien le dio la orden porque sabe que al reproducir una mentira, miente.
Entonces, quién miente lo hace porque es un mentiroso y no miente por "obediencia debida " pero lo importante sea el hecho que llegado a esta instancia de los embustes comprendamos que ella se a instalado en el país, y para tal instalar, se partió de una previa convicción de fondo de aquel o aquellos que mandan a mentir y es que los que leen, miran y escuchan, creen en lo que lo que los otros dicen, se trata de los crédulos de los mentirosos.
Por supuesto que este mentir no es el de la forma directa como un burdo mentir, sino que se disfrace su mentir, no dice abiertamente "yo te miento" sino que mienta sin decir que miente, (es lo que se entiende por fábula, propaganda, publicidad, partes de prensa) y la base de tal mentir apele a la credulidad de aquellos que escuchan y creen. ¿Quieren ejemplos de esas mentiras?..........................
Por cada uno de los nuestros que caiga, caerán cinco de los de ellos.
Si quieren venir, que vengan: les presentaremos batalla.
Estamos ganando.
Hoy podemos dar a gracias a Dios: la casa está en orden y no hay sangre en la Argentina. ¡Felices Pascuas!
Dentro de poco llegaremos de Argentina a Japón en una hora volando en cohete por la estratosfera.
Hacia 1997, la deuda externa comenzará a reducirse. Y hacia fin de siglo, será insignificante
Los que cuestionan las cifras del INDEC son los especuladores financieros.
Se termina la Argentina de las mentiras y de las medidas disparatadas.
Y hoy día las noticias, más que nunca superen a estos envalentonados, bravucones, jactanciosos, fanfarrones, vanidosos, inmodestos, arrogantes, engreídos etc., que hemos citados, cada uno de estos epítetos son dichos institucionalizados, provienen de personas que estaban y están ejerciendo una función, ¡ah, y pertenecen al Estado!, aparato que dispone de medios, propaganda, instituciones, funcionarios y cuanta cosa más amparada por el poder del dinero y de la ley, o trasfondo de su decir por el cual ellos lleguen a millones de oyentes y éstos, crean en lo que esos mentirosos les dicen.
He aquí el velo corrido que nos señala que la credulidad de la gente, es otorgada y provocada ante al cargo o función que aquellos -los mentirosos- desempeñan, con un decir que no está directamente vinculado a la persona que "es quien lo dice" sino a la "representación de quien lo dice" y se inicie en el ámbito presidencial que los medios se encargan de socializar.
Así, desde la más altas esferas hasta las más bajas, si quien "dice" pertenece al Estado, quede inmune su persona porque hay una razón de Estado detrás de esa mentira que la legítima como tal, y si bien a veces es sacrificado algún perejil, tal hecho sea necesario para mantener la apariencia de verdad y así, mantener la credulidad en sus creyentes que es la gente, los militantes, los partidarios, los seguidores. El castigo es una estrategia utilizada para continuar con la impunidad de los mentirosos a través de los circunstanciales chivos expiatorios de turno, para señalar que se castiga al embustero, al que falsea, al que miente.
Pero, si usted comienza a ejercer una actitud un poco crítica, notará a las mentiras que los voceros se encargan de esparcir (usted nota la contradicción, lo inverosímil de ese decir), hasta que los voceros mayores se hacen eco y hablar ellos como portadores de la "verdad indiscutida", he aquí el escenario del embuste estatal que se viene realizando desde ...... determine usted la fecha. Ahora, lo importante no es que usted no esté rodeado de mentirosos, sino que les crea, porque los mitos, los relatos y los afectos posean su objeto y su efecto manipulador, que usted sea su crédulo y siempre les crea.
O como diría el bueno de Kant, "es hora de hacerte mayorcito". atrévete a pensar por ti.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias