Según él, burlarse consista en señalar y marcar defectos, inferioridad o la condición negativa de esos terceros, lo cierto es que en toda burla hay un trasfondo de cierta superioridad que cree poseer el burlador y busque poner en ridículo las características de la persona burlada y así, lograr plasmar esa diferencia, más allá de entrar a considerar de ¡por qué se burla!
Ahora, ¿puedan existir casos que alguien se sienta burlado cuando efectivamente nadie se burle de ellos?, si, claro que si, inferioridad, delirio, inseguridad y cuantas cosas más estén presentes en esos casos, en los que se creen que se estén burlado de ellos sin que ello efectivamente sea así.
Pero si cambiamos la pregunta y plateamos a la burla como un fenómeno social con el agravante que el burlador, exista, ¿pero que no sea consciente de tal hecho, acción o realidad que se le señala?, en este punto usted pedirá ejemplos y vayamos a ellos.
Campaña del 2015 y algunas afirmaciones como negar un futuro ajuste, promesas de más empleo para todos, el objetivo económico de una Argentina con pobreza cero, crear trabajo y cuidar el que se tiene, bajar la inflación a un dígito.
Y ejerciendo ya el gobierno las siguientes medidas como: apertura total de importaciones, cierres de fabricas, despido a estatales, aumento en la tarifas, represión etc., con ese cuadro de situación el discurso oficial sostenga que de tales medidas adoptadas lo son para resolver los problemas que aquejan a la generalidad de la población, en el sentido de -si hacemos esto, entonces, podemos esperar aquello-.
Es aquí en el punto de la explicación donde parece mezclarse ese tufillo de la burla pues medidas que implican una formidable transferencia de ingresos en contra de esas mayorías y espectaculares beneficios para unas pequeñas minorías, generen cierta perplejidad.
Continuar con el discurso de la 'culpa' del gobierno anterior justificando medidas neoliberales, que no resuelven nada y si causan deterioro social como los aumentos astronómicos, especialmente en luz y gas.
La eliminación de las retenciones a los granos y la baja de la soja provocarían mayores inversiones en los rubros beneficiados generando mayor mano de obra, bueno, no fue así, sino parte de una campaña ya anunciada en el 2015.
El gasto público, en definitiva, sea la espada de Damocles del gobierno y reducirlo implique despido de empleados estatales, eliminación de planes sociales, salarios a la baja etc., ahora, una cosa es la relación gasto y recurso y cualquiera sabe que no se puede gastar más de lo que se tiene dentro de un criterio empresarial, pero otra cosa el gasto público que tiene que como objeto la agenda de un gobierno y su implicancia social, donde gastar más de lo que se gana si o si es una política pivotando en la gente.
La burla se defina ahí, medidas empresariales explicada como medidas de gobierno, la incompatibilidad teórica y funcional es evidente, y nació cuando se eligió a empresarios para que ejerzan funciones de políticos, a patrones puesto por empleados sin ningún tipo de regulación, y la medida de eso lo vemos apartes de las decisiones que toman, lo que ellos dicen porque es la palabra del patrón como ley y a la que no se discute.
El patrón acostumbrado a su condición superior pueda decir cualquier cosa donde no lo limitan las responsabilidades pues es la patronal quien dice, hace, otorga y legisla, ¿la burla?, que sea institucional.
El destino no pueda ser más que curioso llegados a este punto, porque no sea la autoconciencia de lo que el pueblo posicionó.......la mayores de las burlas, sino su inconsciencia y por ello, sentirse burlado.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias