Pero tal comunicado es demasiado escueto casi romántico ante una situación de total destrucción que sufrió la zona de los Jardines del Rey, parte de la provincia Ciego de Ávila y del municipio de Morón. Porque para ser precisos el hotel Meliá de cayo Guillermo directamente fue devastado en su totalidad y si el huracán no lo arranco de la tierra fue por su estructura de concreto y hormigón que le permitió resistir esas ráfagas de 290 Km. por hora, porque el núcleo del huracán se poso sobre esa zona con categoría cinco.
Y pasado el temporal hubo de quedar flotando en el ambiente la destrucción causada y la respuesta emocional de sus trabajadores azorados y entre lágrimas, observaron lo que Irma había causado, sin embargo, un pueblo revolucionario es un pueblo acostumbrado a la lucha y por lo tanto, no fácil de intimidar, pueblo que hubo de resistir y aun resiste, al bloqueo impuesto por Estados Unidos, como también soportar el ninguneo de algunos países neoliberales de Latinoamérica, entonces, es un pueblo al que no es fácil de amilanar.
Una voz de sus empleadas dijo "Llore por tres día, pero todos nos arremangamos para levantar el Hotel", donde no había jefes, ni empleados sino una comunidad trabajando hombro con hombro, actividades que estaban más allá de horarios, firmes, todos tirando para el mismo lado que era la reconstrucción del hotel, brazos anónimos como todo colectivo implica, día a día fueron dando y ganando la batalla de la reconstrucción del Meliá cayo Guillermo y que hubo de abrir nuevamente sus servicios en noviembre del mismo año, apenas casi tres meses después de la condición apocalíptica y dantesca de Irma.
No fue una proclama dicha ni un ideario aclamado sino una íntima convicción de cada uno de esos cubanos que hicieron posible tal reconstrucción, "no nos vencerá".......
Juan Oviedo
SiGesellnoticias