El argumento del médico para ser médico es simple, estar al servicio de la vida, el argumento del torturador de sacar la verdad, confesión etc. son falaces, solo es una simple auto justificación al placer que le provoca generar dolor, tener una víctima para sí y experimentar el poder ilimitado por disponer de esa práctica ilegal en lo formal de la ley pero ejercida en lo oscuro de las cosas.
¿Qué cree que haría el médico si tuviera que atender a alguien como un policía, gendarme, o de los servicios que lo torturo? o en el caso más próximo de la maestra torturada de la localidad de Moreno, Corina De Bonis, si tuviera que dale clases al hijo o al nieto de aquel o aquellos que la torturaron, ¿qué cree que haría él o haría ella?
Usted seguramente no tendrá problema alguno en relacionarse con médicos y con maestros o docentes, pero qué ocurriría si alguien se le presenta y le dice, "mucho gusto soy el torturador fulano", ¿un delirio verdad?, podemos ser torturadores pero jamás socializaremos que lo somos, porque la tortura forma parte de lo más vil y bajo de la condición humana, siempre presente y latente en toda fuerza represiva, la tortura forme parte de un poder cercano a fuentes de control y de vigilancia, pertenecientes a estados represores con su larga filas de súbditos, agentes, mercenarios, convencidos que por ese método logrará obtener resultados a sus fines.
Ahora, un país que vivió muchos años bajo la sombra de la tortura, del control y de la vigilancia, con sujetos amparados por poderes de gobierno hubieron de dejar un legado, una camada de nuevos torturadores como efecto de esa idiosincrasia instalada como tal: el de la tortura.
Mire, hay idiosincrasias que se van instalando y se van enquistando como un cuño en un país y es lo que se puede dar a entender con la palabra de "país bananero", país sujeto a los personalismos y voluntades gubernamentales, donde no se respetan las instituciones y lo que hoy digo o afirmo, al otro día digo lo contrario, bueno, esa forma de actuar y de pensar es lo que se define como idiosincrasia y una vez instalado, se va reiterando y alcanzando a las futuras generaciones , por ejemplo, dejemos al tirano de turno de equis país porque en el fondo lo que reina es la tiranía, y si reina eso, si o si también su práctica preferida, el de la tortura.
¿Se reconocen tiranos en el país?, ¿lo hicieron por mucho tiempo?, entonces, en la periferia de su centro, entre sombras y oscuridades, sus servicios esperan.
Un país, en el que conviven, médicos y maestros, junto a torturadores, si o si es algo al que se debe pensar.....porque quizás algún día alguien se presente "hola soy el torturador tal".
Juan Oviedo
SiGesellnoticias