Ponderar que se ha recuperado la militancia en el país es reconocer solo una faz de tal fenómeno, la de la cantidad de jóvenes actuando en política partidaria pero que deja de lado ese actuar que es realizado bajo una condición subordinante, porque al militante se le exige una capacidad de hacer, la de operar sustentado en la obediencia de sus dirigentes, a seguir lo que ellos señalan y ordenan. ¿Cómo es que alguien puede vanagloriarse de ser un seguidor fiel sin ponerse a analizar lo que ello significa?, es algo que los partidos políticos aprovechan y por ello formen cuadros de jóvenes y rimbombantemente llamados juventud "esta, aquella y la otra", utilizan esa fuerza joven para llevar a cabo sus acciones partidarias y posicionar su presencia en el barrio, el pueblo o la ciudad en época electoral.
Entonces, se verá a los militantes entusiasmados haciendo las cosas que sus superiores les piden, a pintar paredes, pegar afiches, a ser número en los actos partidarios, a hacer suyo el relato oficial del partido en cuestión, a compartir la verdad de la que profesa junto a los otros que como él, comparten tal ideario.
¿Qué se pone en cuestión, qué se reprocha de este militar?, la necesidad material vivida y lo que ello significa posiciono sin crítica al militante, esa necesidad detonada según las condiciones sociales experimentadas como las de la carencia, busquen ser superarlas, la vacuidad generada por lo social si o si debe ser combatida por la idea de pertenencia, por lo cual el participar en un partido, secta, organización o institución será pertinente a tales fines. Así, todo militante para ganar su lugar, si o si deba obedecer y ser aceptado en el espacio de los iguales según el decir de los terceros que le confieren ese grado.
Una suerte de obediencia debida es ejercida y necesaria para que el militante pueda llevar a cabo lo que sus dirigentes de él esperan.
Esta necesidad de pertenecer este asociada a la vacuidad social señalada y que experimento el sujeto, desprovisto de ciertas condiciones materiales participe de la misma mecánica de aquellos que buscan ayudar a terceros, como sucede con los estudiantes de la carrera de Trabajo Social, por haber sufrido los efectos de la marginalidad y la pobreza en su niñez, ellos se conviertan en sus propios redentores ayudando a terceros tras arrogarse para sí la idea de omnipotencia que existe en todos aquellos que quieren ayudar a necesitados, se trata de purgar experiencias propias en la ayuda a terceros.
Quizás el mejor símil sea la persona que tiene problemas mentales y por ello decide estudiar psicología, je, el pueblo está lleno de ellos.
Entonces, la hipótesis ya está en marcha, "la cantidad de militantes en el pueblo está asociada a su carencia social", según lo que hemos dicho, ahora, ¿cuánta población carente y en relación a ella, cuánta militancia deberá crecer?, esta sea la variable a la que se debe construir cómo también el hecho de la obediencia en ellos posicione su vocación, también cierta conservadurismo por no cuestionar nada por el credo adquirido y en especial, por hacer propio un pensar ajeno que siempre termina posibilitando cierta necedad, como el presente ejemplo intenta señalar, ¿sabe usted cual es la provincia más pobre? ¿y sabe bajo qué partido siempre fue gobernada ella?, he ahí la señalada necedad.
Obedecer siempre ha tenido el mismo final, te hace cosa, te hace objeto, te hace funcional, te hace seguidor, te hace militante.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias