¿Recuerdan ustedes que en la Cenicienta del cuento, la belleza, estaba sujeta al aparecer según el vestir de la época destinado a encandilar al príncipe en cuestión? y ser elegida como consorte de él, Cenicienta nacía, pero desde el decidir ajeno que le confería entidad.
Pues se trataba del príncipe quien le otorgaba identidad y por ello, ella pasar a la posteridad como Cenicienta, hablamos de alguien que bajo la tiranía, el desclasamiento y la alienación, pudo romper con tales infortunios desde el mirar iluminado del príncipe que la trasforma, entonces, Cenicienta, adquiera pertinencia ontológica desde el mirar ajeno.
El cuento hace abstracción que el príncipe, su riqueza y toda la pompa de su contexto lo "es" por el cotidiano hacer de las miles de cenicientas que viven en el reino, hablamos tanto de varones y de mujeres, que por su trabajo, labor y esfuerzos destinan al reino la plusvalía que la monarquía les aplica.
Lamentablemente Cenicienta no es una resistencia al sistema que la oprime sino que sigue sus leyes para salir de la situación angustiante en la que vive y que el propio reino provoca o la historia del desclasado que busca desesperadamente ser de una clase, sin importarle que la clase a la que desea pertenecer, es la que provoca sus calamidades, tanto a él y a quienes son como él por la ideología actuando en ellos.
Continuando con el relato, la felicidad del matrimonio subsuma toda la posterior historia, subliminalmente posiciona que quienes son reconocidos por el reino, puedan disponer de un tránsito a la igualdad material y puerta de entrada a la dicha, bienaventuranza etc., "¡de cómo la mejoría de las condiciones materiales determina el estado emotivo de aquellos que logran esas condiciones favorables!", la simbología es simple, aquel que tiene es más proclive a ser feliz.
Algo que echa por tierra al mensaje de resignación que sostiene "la dignidad de la pobreza" o que "la felicidad no tiene nada que ver con el dinero", minimizando lo material y espiritualizando la carencia, el dolor y el padecer, .............¡vaya con tales individuos!
Entonces, Cenicienta donde se junta la sensibilidad y la belleza, que le permiten pertenecer, ser y cuanta cosa más, y es la que hallamos en la del cuento ¡pero en la realidad!, ¿son posibles las cenicientas?
Hablamos de toda mujer que por el yugo laboral ¡no renuncia a sus sueños!, que persevera por ellos, los del principio de igualdad, pero que no solo pivote en el género, sino en sus sueldos, sus oportunidades, en sus NO, su seguridad y cuanta injusticia más por el hecho de ser mujer, y su lucha en ello.
Entonces, exista otra entidad de Cenicienta, y que no es aquella a la que le dan u otorgan favores, sino los que ganó en su casa, en la calle, en el trabajo, en las instituciones, la educación y la cultura de todos los días, pero antes, deba erradicar de sus memes culturales la presencia del príncipe que todo lo resuelve, la del rey, del presidente, del intendente, del esposo, del novio etc., por el cual ¡a esta, y solo a esta, salve Cenicienta!
Juan Oviedo
SiGesellnoticias