A la hora de analizar tal voto nos hallemos ante una experiencia ardua, el no ser cooptado por el peronismo como tampoco por la irracionalidad del "anti", tal sea el presente desafío, del no ser víctima de este péndulo que viene arrastrando a la mayoría de este país, el mismo implique una tarea titánica por no abandonarse plácidamente a los relatos o los dogmas en el que uno u otro bando son afectos.
Hace 70 años que nació una manera de ejercer y entender a la política en este país o del emerger del peronismo, y a lo mismo que la mítica Hidra mudo en nuevas cabezas para mantenerse vigente en esta Nación, proceso que fue iniciado por Perón y al que siguió Cámpora, después Isabel, continuar con Menem unido al corto tiempo de Duhalde, y el surgir del nuevo líder llamado Kirchner, con el doble periodo de Fernández y junto a ello, el trato cotidiano de parientes, amigos, conocidos, colegas, como fervientes peronistas, que hacen más difícil todavía la inquietud por no ser presa de tal aparato que culturalmente traza la vida política de este país.
Mire, cuando digo relato no digo falsedad, el relato peronista no es falsedad de una cosa por la otra, sino la de proveer las bases narrativas fundamentado en realidades empíricas y desde ahí, crear una serie de mitificaciones para generar sentido, generalizaciones ideológicas según el acervo de ese ayer que fue y puede volver a serlo hoy, donde el relato posiciona ideas partidarias, valores tales como pueblo, nacionalidad, slogan, clichés, para mantener vigente la presencia de este movimiento. La solución de varias décadas atrás de los problemas del país, y de los problemas que provocó las cabezas de esa Hidra, hace que lo pendular también trace al propio peronismo, con gobiernos en provincias consideradas como las más pobres en la Argentina, a las que fueron gobernadas recurrentemente por este partido, ejemplo, Santiago del Estero, Chaco, por el cual el relato omita lo que se le reprocha justamente al peronismo, el no resolver la condición calamitosa por la cual se postulo como gobierno y cargue con el peso de no encontrar soluciones a la desigualdad estructural que reina en tales provincias.
Al no ser una solución a los problemas heredados pero previamente instarse como los portadores de soluciones, podremos sospechar que ellos se conviertan en parte del problema, posicionarse medida cuando en el fondo no se lo es, vinculen su presente electivo con aquel mítico y ser así elegido Tal efecto es lo que busca causar la narrativa peronista, continuidad del pasado al presente y sea lo que posiciona el discurso del relato, el ayer como esperanza a todo presente angustioso, tocar la fibra emocional del votante para lograr el triunfo electoral, pero las pancartas de la victoria y del éxito electoral que han sido varios, tape a medias la inutilidad e inoperancia que la gestión peronista o las cabezas de la Hidra, no pueden resolver, superar la condición estructural de toda pobreza y tal falta de éxito sea una suerte de mazazo a su preceder de oro, "la justicia social".
Así, la veracidad del relato justificado en bases históricas y aglutinado en torno a la primera hora de Perón, decorosamente como gobierno o no, hubo de acompañar a la condición de estancamiento de la República en general.
¿Cuáles son los ejes históricos de los que se podría endilgar al peronismo como forma de una identidad política?, el social con la redistribución, apoyado por una economía de consumo y la ampliación de derechos, mientras, que desde el punto del relato hallarnos con el concepto de pueblo, lucha en contra del capital foráneo y vincular la patria con el movimiento peronista y el éxito del presente relato implique ser concebido una como realidad histórica.
Las condiciones originales que existían hace 70 años atrás hoy no son las mismas, sin embargo, el peronismo es esa presencia constante en el acervo político del país y muchas veces su mayoría electoral lo encumbro gobierno, cabiéndole la responsabilidad del relato en influir las conciencias de los jóvenes, provocar la nostalgia de un pasado (siempre presente el volver) y exacerbar lo emocional del "ser peronista", como vigente condición para la victoria en toda posible elección.
Desde 1945 a la fecha el peronismo fue gobierno durante el 46 por ciento de la época de su nacimiento hasta nuestros días, el restante 54 por ciento el gobierno estuvo en manos de partidos no peronistas y gobiernos de facto, que nos habla de un fracaso de unos y otros ante la pendular situación de siempre, la manta corta o el centavo para el peso, que lleva a la pregunta intentando desenmarcarar ¿inutilidad o estrategia, para el perpetuar de unos y otros?.......mire, se trata de la clase política.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias