Pero de la misma manera la cobardía se muestra en el ejercicio del pleno poder, por sentirse invulnerable no tome en consideración lo que provoca, se hace lo que esa voluntad determine porque es el jefe, donde lo plenipotenciario del jefe si o si debe contar con subordinados y cómplices, de lo contrario, se limitaría su capacidad de decidir sobre terceros.
Esta línea de los subordinados y de los cortesanos sea el ámbito de los más cobardes, escondidos entre las sombras de la decisión ajena, conspiren sin cesar y acaten sin oponerse a las órdenes imperiales del jefe de turno, pero ellos serán quienes primeros aprovechen la debilidad del fuerte para posicionarse en ese "hacer leña del árbol a caer".
La nausea es una frase maravillosa porque revela el asco de alguien acerca de algo, volcar hacia afuera del mundo lo que ese afuera provoca en ese interior y que no es merecedor de ser contenido, el regurgitar físico sea apenas una representación de lo que deseamos decir con la palabra nausea, bueno, tales cobardes de los dos bandos, de los dos lados provoque nausea.
Un pueblo, un barrio, resulte nauseabundo si es presa de la condición señalada que la provoca, porque "la hibris" (falta de mesura) tiene sus costos, pues no puedes condenar a terceros y no puedes aprovecharte de aquel que no se puede defender.
Cuando esa hibris comenzaba a perfilarse, ¡ahí debías aparecer!, como sujeto, como opositor, como disenso, como protesta para detenerla, pararla y ponerle límites, ¿te pegaron, te encarcelaron, te mutilaron, te vituperaron?, ¿sufriste las consecuencias de decir no, de resistir de la forma que sea a ese poder que se volvía contra vos?, si padeciste todo eso, de seguro que no harás leña del árbol caído, solo los que no hicieron nada y parapetados en la seguridad que la cercanía servicial a un poder provoca, ellos si harán seguramente la hoguera.
El país, la República entera estuvo bajo la voluntad del actual presidente, la oposición fue servicial aprobando leyes en el Congreso, en especial la del año 2017, los gobernadores enviaban a sus diputados a aprobar lo que el oficialismo quería, chantaje, coerción económica o lo que sea, lo cierto es que se hacia lo que el oficialismo quería, ahí no había neoliberalismo, poderes transnacionales o nacionales, eran las decisiones que ese presidente tomaba, plenipotenciario, al cual todos frente a él se arrodillaban, si, aun la oposición sin cabal poder, por ello simbólicamente también se flexionaba
Entonces, ¿qué hiciste para detener eso?, no me refiero a comentar acerca de la condición personal del jefe de Estado si debe leer sus discursos o si sabe payasear, decir chistes donde no se deben decir, si descansa mucho, sino en lo otro, en lo que duele, causa dolor, provoca desesperanza, resignación.
Por eso es tan cobarde actuar sin límites, como es también pegarle a un indefenso, la nausea bien testimonia la cobardía de esa mayoría.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias