Platón en la República, sostuvo una educación develadora y no de contenidos, se trató de contenidos para develar el alma de niñas y niños, y en relación a ella, la función a desempeñar en el futuro de esa República: artesanos, guerreros y guardianes, la sapiencia platónica se nos muestra en la siguiente condición, ¡solo los artesanos y comerciantes pueden aspirar a la propiedad privada, el resto no!, él ya avizoraba la posible corrupción en aquellos decidiendo en la res pública.
Detengámonos en esta frase, "educación para saber del tipo de alma de los educandos", y posicionando a los contenidos -sean esos lo que sean- al servicio develador de lo que somos, la educación muestre en nuestra niñez nuestra alma, algo hoy impracticable, y no porque no poseamos alma, sino por el giro de lo entendido hoy día como educación, contenidos, por eso el enciclopedismo señalado.
Entonces, ¿de qué deberíamos hablar de una educación ´para el niño/a, el joven y el adolescente?, se necesite un giro de 180 grados, dejar de estar al servicio de los contenidos para que los contenidos estén a su servicio, ¿linda idea verdad?', pero ¿cómo lograr eso si realmente se piensa hacer el giro copernicano?
Nuestro aprender siempre es algo situado por el cual los saberes ajenos son eso, ajenos a los estudiantes, y nada exploren acerca de aquel al cual se desea enseñar, entonces, nos topemos con indolentes y una marea de aburridos en las aulas escolares, estemos ante irresponsables, ¿tienen dificultades para aprender?, son o no son morales, ellos son insensibles, fríos, calculadores, son meritocráticos y también trepadores, porque todos esos aspectos de lo que se "es", estarán presentes en la adultez y en la profesión en el día de mañana, y como políticos gobernando y en la votación que los encumbre.
Con este tipo de educación, usted cree que si hubiera sueldos de un millón de pesos por cada maestro o docente, ¿sería mejor?, con ignorantes acerca de lo que se "es", con repetidores para no repetir anulando el pensar, con modelos hacia el pensamiento único y negar el disponer critico, con educandos pre reflexivos, entonces, no podemos hablar de educación, formación o como usted quiera llamarle, con niños y jóvenes como carne de cañón de cualquier infatuado denominado ministro y los obsecuentes de siempre y su condición de falderos, fomenten un sistema carcelario de la conciencia, la mente y al genuino aprender.
Todo aprender si es aprender, entonces, está al servicio de quien aprender, el repetir no es aprender, es repetir, sea un mantra, una fórmula, un sortilegio, una oración, un texto es algo alejado de usted y por ello, no es aprendizaje necesitado, se dice " la calle enseña", no enseña y ni la vida enseña, nada enseña.
La cuestión es que usted aprende si está presto a ello y motivado por necesidad, contingencia, apertura propia y cuantas variables más, lo que usted sabe no se lo enseño nadie, usted solo aprendió, el eje del aprendizaje no es quien supuestamente le enseña, sino en su capacidad y necesidad por aprender, algo bien alejado de los sistemas educativos del país según obsoletos idearios porque ellos "enseñan".
Para mal mayores esta idiosincrasia del enseñar justifique la carrera de profesorados sin hacer caso de la evidencia que los profesores, según el sistema enciclopédico, han sido superados exponencialmente, entonces, el sofisma nos diga, "cuando el alumno está listo, el maestro emerge", o el sí mismo aprendiendo sin repetir.
Imaginad una educación sin docentes, ni directores, ni preceptores, sin inspectores ni sindicalistas, sin honorarios, pero con personas deseosos por aprender y ya superado el alumno ¡viva el aprender! Entonces, ¿qué debes aprender?, solo de ti, si eres o no responsable, si eres o no una persona con valores o ideales, si eres sensible a lo que te rodea, si sopesas lo que te dicen como verdad, si eres ingenuo o crítico, condescendiente por conveniencia, trepador, si a cooperar o a usurpar, si eres empático o no pues con eso cargues toda tu vida y te señale la permanencia de todo cabal aprender.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias