Según explicó Abad, "esto funciona de manera análoga al paquete de la telefonía celular: se contrata un plan, y consumas o no la totalidad de los segundos que incluye ese plan, en la factura pagás la totalidad del valor contratado. Acá ocurre lo mismo, las empresas tienen contratada una potencia, pero con la producción frenada por la pandemia el consumo es sensiblemente menor, por eso creo que es necesario ayudarlas y propiciar un ahorro económico muy importante."
El proyecto con la firma de Abad le pide al Poder Ejecutivo que "arbitre las medidas necesarias y gestione ante las empresas prestadoras de provisión de energía eléctrica que operan en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires (EDELAP, EDEA, EDEN, EDES, 199 cooperativas y la Usina de Tandil) que, por el plazo de 180 días, sólo perciban el valor de energía eléctrica efectivamente consumido, cuando este sea menor a la potencia contratada".
"Hoy es imperioso que el Estado salga en auxilio de esos sectores de la economía formal. Una de las opciones es intentar bajar los costos fijos que operan sobre esas actividades, y más todavía cuando se encuentran en un virtual estado de paralización industrial, productiva y/o comercial", sostuvo Abad.
Y resaltó:
"El costo de la energía eléctrica es significativo, y lograr una proporcionalidad entre su uso efectivo y su facturación final aparece como una buena medida para bajar, aunque sea parcialmente, la presión de las obligaciones económicas a afrontar mientras dure la situación de parate económico".
"De acuerdo con el relevamiento que hicimos, la mayoría de los establecimientos consume efectivamente menos energía eléctrica que la que tiene contratada y ese menor consumo debe implicar una reducción proporcional en el coso final del servicio. De esta manera logramos un aporte concreto, necesario y de alivio real a quienes producen y generan empleo", concluyó Abad.
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