En la zona ya funcionan los Concejos Deliberantes de Madariaga y Pinamar, y este lunes 18 de mayo en Villa Gesell deberia realizarse una sesion ordinaria, de un periodo legislativo que nunca empezó.
Por su naturaleza juridica, el Concejo es un cuerpo colegiado que toma sus decisiones por simple mayoria, y para el caso, la falta de apertura tiene mucho que ver con la postura del oficialismo que responde a Gustavo Barrera, a quien nada le importa escuchar otras voces que no sean las propias.
De los 16 integrantes del cuerpo, ocho - entre ellos la presidente Marta Zuloaga - responden al Frente de Todos, cinco son de Cambiemos, dos de CREAR y un bloque unipersonal - escindido de Cambiemos -de Miguel Cisneros.
Solo Cambiemos lleva presentado en lo que va de la cuarentena más de sesenta iniciativas, que en su gran mayoria responden a inquietudes vecinales que canalizo esa fuerza, y otras obedeciendo al rol de contralor de la oposicion.
Duermen a la espera que desde el oficialismo se habilite el debate, temas vinculados a la seguridad y los descontroles del verano que tuvieron como consecuencia más gravosa la muerte del joven Sosa Baez; pero tambien permisos comerciales de dudoso origen, en donde se debe echar a luz negociados familiares al amparo del poder.
Para el capitulo del Covid, desde Cambiemos apuntan a un manejo discrecional de muchas decisiones, desde las vinculadas al hermetico cierre de la ciudad, hasta los permisos de actividades, donde funcionarios de tercera línea parecen manejar a su antojo algunas situaciones.
Mas alla de los numeros en el Concejo, echar luz sobre ciertas situaciones es un remedio que espera gan parte de la sociedad.
Cercenar las voces de las minorias no es una solucion contructiva: en estos tiempos que corren, retroceder hacia sesgos autoritarios no ayuda en nada, sobre todo porque de situaciones de crisis se sale con más institucionalidad.
Amadeo Montenegro es Director del Diario Si Gesell
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