Para ello dejaremos de lado a la cantidad movilizada y que suele determinar la validez o no de sus exigencia e ir más allá de ello. Suponga usted que todo el colectivo local hubiera estado presente, ¿eso le hubiera otorgado validez a la acusación de fondo de estar ante una coerción de libertades y de artículos constitucionales?, hay que reconocerlo, es un buen argumento más allá de las presencias.
Ahora, ¿hay o existe un contra argumento a lo señalado?
Intentémoslo, supongamos que en la cuarentena nada de eso que se denuncia sucede, entonces, ¿pediría usted igual suprimirla?...............¿el ejecutivo confundió la importancia de lo sanitario por sobre lo constitucional y los derechos?, pero, cuando usted pide que se anule algo ejecutivo porque eso vulnera un ámbito del poder judicial ¿no cree que usted hace lo mismo?, exigir una anulación de la división de poderes para restaurar la división de poderes parece una paradoja, sin embargo, el ejercicio de la cuarentena no es inconstitucional y quebrantarla, eso sí es ir en contra de lo legalizado que ella representa, en otras palabras, usted se vale de los jurídico haciendo hincapié en una pero en detrimento de otra, usted utiliza a lo constitucional pero no respeta a lo constitucional que está detrás de la división de poderes, su concepción del derecho es la del beneficio pero no el que le da cabal sentido al mismo, la obligación de acatar, aunque no le guste.
Con un gravamen, usted particulariza lo comunitario, y por ello no tiene en cuenta algo, que eso comunitario no se establece por cantidades sino por objetivos de fondo donde la cuarentena ya es uno de ellos, usted quiere forzar lo comunitario a su visión y por ello apela a lo constitucional y Derechos Humanos, usándolos al servicio de su particularidad.
Si usted sufre abuso policíaco, entonces, debe ir a la institución judicial y denunciarlo pero ¡que tiene que ver ese abuso con la cuarentena!, pues el vínculo entre abuso y cuarentena lo hace por su cuenta.
Ahora, usted le hace hacer, decidir y responsabilizar a todo aquello que atenta contra la Constitución y los Derechos Humano y esto sea la cuarentena, lo delictivo que se produce en ella no lo es por ella, sino por quien comete el delito, denúncielos a los pertinentes fueros. Y en esto de socializar particularidades es hacerle creer a ciertos terceros que el acompañar de ellos en el movilizar, legitima en algún grado ese pedido, este clásico ¡que la cantidad legitima! nos muestra algo, posicionar cuantificaciones porque son legitimadoras de sea eso lo que sea. Por eso el pedido legitimador, ¡movilización y presencia en la calles!
Pero ¿hay algo de malo que se sea partidario?, y con esto un litigar de fondo emerja, el derecho y lo moral, uno es el ejercicio del derecho para manifestar, algo que tienen todos y otro, el interés personal por decir y actuar conforme a valores comunitarios pero con el sustrato de fondo de ser personales, y eso lo haga inmoral.
La coalición es contra el derecho negado moralmente por el otro dejando al derecho de ser un uso abierto para todos, eso lo vulnere y lo vacíe, ¿hay derecho que respalde la exigencia de anulación del derecho ajeno por el propio?, y ¡en nombre del derecho!, y eso es lo inmoral, adueñarse del derecho, por ellos es que para estos ciudadanos la cuarentana del ejecutivo es una arbitrariedad, y no contempla el derecho del ejecutivo porque aparte de revocar su decisión, busca demonizarla, claro, tales sujetos no consideran que el ejecutivo actúa conforme a un colectivo en mente, al cual ellos, suelen excluirse
Sin lugar a dudas que las voces elevadas a todo nivel son partidarias y así se las deba considerar, representaciones de una particularidad opositora, y germen de un lento incubar con rabia porque son humanos y gregarios, por ello busquen posicionarse como un todo a través de las presentes declaraciones, y utilizar para sí las incomodidades y desencantos de la presente calamidad, hacerlas aparecer como responsabilidad del ejecutivo, valiéndose de la tergiversación mediática, más los trol en las redes y posicionarse víctima de la situación.
Eso nos muestra a un régimen que no se halla en el gobierno ni en el poder, partidarios del sometimiento absoluto utilizando al aislamiento para su propio fin.
Tan abominable como utilizar a la desigualdad como beneficio electoral, ¿puede usted reconocer a unos y a otros?, porque eso es lo que vale........para que dejen de imperar o sea, gobernar.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias