Con temas atrasados de la última temporada, entre ellos una propuesta de interpelacion al Intendente Gustavo Barrera (TODOS) por los descontroles del verano que tuvieron como pico la muerte del joven Fernando Baez Sosa, pero además con temas en donde todo el arco oficialista ya manifestó no acompañar; como el caso de la donacion de dieta con cargo a la compra de un respirador. En este renglón, el argumento de la inexistencia en el mercado de estos aparatos se cae con una muestra: en el mismo tiempo que en Gesell se anunció la iniciativa, el Intendente maipuense Matias Rapallini encargó un respirador, que entregó hace 20 días a su Hospital.
La eterna cuarentena - seremos el país con el aislamiento más largo del mundo, ya que estamos cerca de superar a la ciudad madre de la pandemia, Wuhan - comienza a tener en sectores sintomas de rebelión. Aún así una gran mayoria cree en el sistema de “cuarentena administrada” y sin caprichos (como la playa y el toque de queda), y un tercer sector, el de la cuarentena rígida, solo parecería ser sostenida como única solución por quienes no confian en su propio sistema de Salud, y los asalariados que tienen sus ingresos fijos.
Ese universo de ciudadanos responsables con la salud pública, pero sostenidos por sus ingresos, cargan sobre sus espaldas con mayores carencias, y un estado cuyos gestos de ayuda son cada vez más una gota de agua en el desierto.
Si bien el virus llegó para quedarse, y para cambiarnos los habitos de la vida diaria; las autoridades locales no tienen en su ruta de viaje palabras como dialogo, concenso, soluciones concertadas; y parecen apelar cada vez más al choque, en una comunidad cada vez más sensibilizada por el encierro.
La última semana, la triste imagen de un Intendente enojado como chico a quien no le devuelven la pelota, volviendo atrás con el horario a las 15.00 (somos de los pocos Municipios con “toque de queda” de la provincia), o la presidente del Concejo Deliberante usando tiempo para “retar” a Concejales que se sentaron en sus bancas, o el llamado por fuera de la UCI - que se atrevió a reclamar por el horario - a Comerciantes para que apoyen sus medidas, son gestos de intolerancia que nada contribuyen a la solucion.
Moderación, mas institucionalidad, y acuerdos parecen hoy ser términos para fijar un rumbo y lograr - sin salir todos los días a asustar gente - que los geselinos crean en una salida comun a una pandemia que llegó para convivir con nosostros al menos un año más.
*El autor es director propietario de Sigesell.ar
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