En la lista de significaciones del término zozobra, hay uno que bien se le corresponda y es: incertidumbre -opuesto a la certidumbre-, este nos señale de frente a algo seguro, fiable etc. El prolegómeno busca auscultar un devenir lleno de incertezas como será "la temporada en los balnearios costeros", desde el acecho de la pandemia y los protocolos a ejercer se pueda aclamar que "hay temporada", con la siguiente paradoja a cuestas, que "en lo anormal" hallar su correspondiente certeza de su incertidumbre.
El texto en un matutino titula "temporada atípica", por estar mediada bajo ciertos protocolos, el término -atípico- minimice el sentido del protocolo e instancia de incertezas, en especial -al distanciamiento social- en el espacio de la playa. ¿Se imagina usted a gente a la orilla de la playa a dos metros y sin barbijo?, y a depender de la conciencia de un tercero como protección propia, ¿más allá que usted cumpla con los protocolos?, porque no será posible "un vigilar estatal" y de ser así, ¿que se hará con aquellos que no cumplen?
Los veraneantes se enfrentan a algo, no saber si serán o no contagiados con covid-19 en un espacio donde el virus "ya está instalado" y su pertinente eufemismo de -circulación social-, donde "la temporada atípica" busque invisibilizar que usted -va por un campo minado- y dependa de su buena o mala suerte, en este caso pata, por no pisar esa mina.
¿Entiende?, no exista mayor zozobra en un ser humano que dejar librado a la suerte, al azar -lo que le pueda ocurrir-, y eso nos diga algo, que nadie tiene entre sus manos la cabal competencia "del saber acerca del virus" porque hubo personas que se aislaron a conciencia total y al final, terminar contagiadas.
En el fondo, se trata de tapar un ignorar de fondo con una certeza liviana de ¡cómo opera el virus!, y "dar a entender un saber" con un "deber hacer" pero este dar a entender ante lo que estamos, sea ¡es un disparate total! y quede vislumbrado por los contagios diarios con sus correspondientes muertes. El realismo mágico ronde. cuando con protocolos mediantes, en la temporada se podrá vencer al contagio, al virus y poder vacacionar, pero fundamentalmente -anular la incertidumbre- ante el instalar de las medidas señaladas y proveedoras de certezas consoladoras.
Las tretas de barbijos, distanciamiento como parte de un protocolos nos dé a entender que el dicho oficial de "salvar vidas" -ha quedado de perimido- ante el avecinar del verano en la costa y toda la estructura que la industria del turismo reclama: si o si TEMPORADA.
"Siempre hay algo que nos dice" ¡de que estamos hechos! y se llama presión, la presión siempre -nos dirá eso-
Juan Oviedo
SiGesellnoticias