Pero permítaseme señalar también, que así como denuncia al sistema patriarcal, no ponga el mismo énfasis y empeño en otro ámbito - en el que reina la mujer-, y preeminencia de género donde es menos público y más personal: la relación entre madre e hijo.
El planteo señale que la mujer "devenida en madre", donde el hombre no se hace cargo de su paternidad, adquiera funciones desde esa "mujer-madre", como educadora, protectora etc. e indirectamente -moldee en el colectivo-, el siguiente imaginario, que es "la mujer" la poseedora cabal de una capacidad "para poder criar a los hijos".
¡A quien le daría usted un bebe encontrado en la calle!, ¿a una mujer o a un hombre?, la decisión ya está condicionada desde el imaginario señalado. Mire "la palabra padre" ¡jamás podrá competir! con la fuerza que tiene "la palabra madre", esa herencia es una construcción de la presencia de la mujer en los años inaugurales del nacido, así, aun con la presencia del padre, un sentido de superioridad se impone -y sea la de la madre- o sea, la del género "de mujer".
Lo biológico "solo muestre el embarazo" pero lo cultural -que implica ese hecho- posiciona en sumo grado "cualificaciones positivas" acerca del hecho biológico, ¿qué queremos decir?, que cuando usted mira en una mujer embarazada?, vera primero a la madre, parte de una familia, una persona generosa, y de necesitarlo, alguien que se sacrifique para la crianza de esa indefensa entidad -su hijo-.
El hecho biológico del embarazo es la punta de un Iceberg, donde lo importante "es el imaginario debajo de él que lo construye", pero el hecho biológico del embarazo invisibilice culturalmente la presencia del hombre, por el cual la maternidad -y esto escandalizará- "no es" con hombres, sino ¡que se trate de un hecho de mujeres!.
Paradojalmente, la biología, que entre otras cosas -habla de la mezcla del cromosoma X,Y-, y la cultura a la hora -del embarazo mostrado- rescate a un solo cromosoma, ¡el femenino que es la madre!, lo que nos dice a todas voces "del hiato" entre el imaginario resultante de -conceptos, ideas, prejuicios- y la ciencia, poseedora de otra mirada acerca del mismo hecho.
Y que se hace patente respecto -a la legalidad del aborto-, hay miradas que sostienen acerca de un embrión y sobre el mismo hecho, otras "ven a un ser humano" con toda su línea cultural subyacente.
Y aquí, estemos ante una terrible pelea en "un mismo género", donde la biología es nefasta al determinar ¡un embrión!, y omitir la voluntad de aquellos poseedores del ovulo o espermatozoide por ¡si quieren o no ser padres!, y en este caso particular sus voluntades y derechos ser traicionados, con la condena cultural de fondo del: "se hubieran cuidado", y ahora, ¡háganse cargo!.
Acaso no saben que más allá de -píldoras, condones, pastillas, fechas menstruales-, ¡que la biología se termina por imponer? y al castigo que significa un embarazo ¡no querido!, ¿se le sume el otro?, "el de la condena" pero aquí es preciso marcar una diferencia "el intercambio de roles" en ciertos ámbitos de la cultura. La existencia de una postura ciega, mecánica y conservadora que pondera -lo biológico del embarazo- y desde ahí, sostenga "el no aborto" y en oposición, la otra que señala "dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios" o que la biología no se imponga en donde "no debe" y nos hace humanos: la voluntad y el decidir.
¿Hay mucho Torquemada en el pueblo?...............
Juan Oviedo
SiGesellnoticias