Esta semana me resulta imposible titular porque también es imposible discernir entre tanto disparate oficial que se acumula con una velocidad vertiginosa.
El modo epistolar que la Señora ha elegido para perfumar su enfermiza soledad, las torpezas con el tema de la vacuna, la intriga indescifrable de adivinar cuales son los funcionarios que funcionan y los que no, (si es que hay alguno que más o menos ande), el papelón del Canciller Solaque contó una conversación entre Fernández y Biden a pura imaginación porque lo excluyeron de la platea son algunos de los de los tantos tropezones que muestra la gestión nacional y popular.
La Presidente que figura como Vice calzó sus jinetas y en La Plata marcó definitivamente la cancha. “Si hay ministros y ministras, legisladores y legisladoras que no se animan, que se busquen otro laburo”, le mandó al pobre Alberto sin anestesia.
Cuando se dirigió a los que funcionan y no funcionan tiró con aire comprimido.
Por suerte que el acto organizado por Kicillof era para mostrar la unidad del peronismo sino hoy estábamos juntando las tripas de varios.
El pobre Fernandez está perdido y abatido.
Para colmo cuando se hace el enojado afina su timbre de voz y parece una tía vieja solterona retando a los sobrinos que, por supuesto, no la atienden ni la entienden.
Lo de la vacuna rusa es un eslabón más en la cadena de torpezas igual que la foto presidencial con la modelo Liz Solari apoyando la restricción a la crianza de chanchos justo cuando estamos negociando con China millonarios acuerdos de carne porcina. Quizás Alberto podría poner a cargo del tema a Ginés González García que tiene un criadero de chanchos y por ahí entiende mejor esto que el asunto de las vacunas.
Para el final dejo la vergonzosa marcha pidiendo por la libertad de Boudou y otros delincuentes que salió de Avenida de Mayo y 9 de Julio.
Llegaron al Palacio de Justicia con un afiche con los rostros de Cristina Kirchner, Amado Boudou, Milagro Sala, Juan Pablo Schiavi, Fernando Esteche, Julio De Vido, Ricardo Jaime, Roberto Baratta, Omar “Caballo” Suárez y Juan Pablo “Pata” Medina.
“No hay cárcel para los compañeros” rezaba una pancarta.
Y viene bien el verbo “rezaba” porque uno de los organizadores fue el cura Francisco “Paco” Olviera, uno de los de la “opción por los pobres”.
No eran precisamente pobres los que ilustraban el reclamo.
Este cura le pidió al Presidente el indulto para Boudou y que eche a los 5 miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tiene que estar muy mal de la cabeza este cura y no mucho mejor están los curas obispos de la Conferencia Episcopal y el mismísimo Papa peronistas que elegantemente se hicieron los giles y no emitieron sonido.
En fin.
Nos quedan tres años largos y seguramente nada fáciles.
Pero más cerca está octubre del año que viene donde podremos elegir cambiar la composición de las Cámaras para empezar el proceso de poner freno a tanta desviación e iniciar el cambio de rumbo hacia una Democracia Republicana, ordenada sana y plural.
Por Héctor Ricardo Olivera [email protected]
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