El consonancia con ella, se eleve el clamor general "por el retorno presencial" a las escuelas del país -noble deseo- por parte de políticos, funcionarios y medios en su generalidad, ¿los gremios?, recelosos al principio terminen por acceder ante la gran marea -que pide y exige-, "retornar a la presencialidad de la escuela", fundamentalmente por lo que ella representa y logra, con esa instancia -de la presencialidad-.
Entonces, ¿qué significa -la no presencialidad-?, la ausencia de algo visible y concreto como "es el sujeto" -y aquí la cuestión central- que ese sujeto se interrogue, se pregunte, que delibere y ahí, la sombra -de cierta autonomía- no tanto en el niño pero sí en el adolescente-alumno que ese cavilar "desde la distancia" de lo -no presencial- pueda provocar.
Por el cual "lo virtual", atente directamente contra del ejercicio "del vigilar y del controlar" escolar, condición sine qua non de estas instituciones por el cual lo virtual, se transforme -en foco de resistencia- por el posible devenir de esa autonomía.
"La biopolítica" es el sistema donde el Estado "interviene en la creación de sujetos" bajo la relación "saber-poder", algo que propuso el gran Foucault. Se trata de uno de los mecanismos inscripto en las nuevas tecnologías de poder, entendiendo por tales aquellas que “determinan" la conducta de los individuos, los someten a cierto tipo de fines o de dominación etc., en la que son participes las inocentes "y bienintencionada" lista prescriptiva de la S.A.P.. Recordémoslas -el fortalecimiento de aspectos emocionales y sociales, el cuidado de aspectos nutricionales, de la salud y la realización de la actividad física-.
Por -primera vez en sus vidas-, en especial los jóvenes, la Pandemia y las medidas sanitarias con la cuarentena -y la virtualidad escolar de por medio-, los obligó a abordar sus realidades alejado de sus costumbres, y volver a considerar "las cosas" alejadas de su medio habitual; "el afuera", y volcarse a uno más desconocido; "el adentro", ¿la paradoja?, el desconocer -de uno- para consigo mismo "siendo ese uno".
En otras palabras, mirar las cosas por momentos, "bajo una instancia reflexiva", implique toda una novedad y algo "que ningún sistema escolar" puede enseñar porque el sistema -él mismo ataca lo reflexivo-, por ser expresión de la señalada biopolítica y posicionar contenidos "a los que se debe aprender" o en otras palabras, torturar las mentes para ser memorizados y a tal combo "definirlo" -conocimiento, educación-.
Por ello -la mayor resistencia- a todo ello fue definida por Foucault como "el cuidado de sí". Puesto que las biopolíticas, ejercen formas de sometimiento que tienen en el cuerpo humano -uno de sus focos principales-, será la cuestión ética "una respuesta resistente" tras un sujeto que se construya " a sí mismo" visibilizando críticamente a las biopolíticas detrás de propuestas como la S.A.P., y por políticos, funcionarios y padres, -todos funcionales al sistema poder-saber-. El "cuidado de sí" pasa por un deseo por hacerse, por edificarse "a sí mismo" y romper, con la biopolítica constructora de subjetividades por el cual -la resistencia-, es ética con dos imperativos sustanciales en Foucault: “No dejarse pensar” por nadie, “ni dejarse vivir” por nadie, algo que la presencialidad al servicio del "control y la vigilancia" -no debe permitir-
Entonces, presencialidad ¿no?
Juan Oviedo
SiGesellnoticias