¿Es posible eso?, si, porque el foco de la cuestión -del riesgo- está vinculado "al del traslado" y hecho por el cual -el virus- se propague con facilidad. Tome usted una foto desde un dron y notara cierta incongruencia, distanciamiento social en las aulas, pero con padres esperando a sus hijo amontonados en las puestas de la escuela, la voz que dice "que las escuelas son seguras", dejan de lado el contexto que significa el traslado a ellas y su alto riesgo al contagio.
Otra foto mucho más tendenciosa -encuestas a escuelas privadas-, cero caso de contagios, ¿el traslado?, es realizado en los automóviles paternos de los alumnos, no se conectan con otros y se hallan -niños y jóvenes- más protegidos, pero ¿en las escuelas públicas?, no hay encuestas realizadas en ellas, eso significa traslado en ómnibus y exposición al contagio.
Entonces, " la cuestión" es el potencial que significa la palabra ¡riesgo!, ese padre arriesga a su hijo -al contagio- cuando "determina" que debe ir a la escuela, pero ¿deberá suceder tras el contagio "en algún alumno su deceso", para hacer callar tal vociferar educativo?, mala suerte, era el destino, un héroe más, las condolencias y toda la sarta de fruslerías si la cuestión es fatal para el contagiado.
Aquí no arriesgas -futuro, educación, formación- o eso que dicen que para eso están las escuelas, aquí se arriesga algo "pero que no se trata de vos de tu persona " sino que arriesgas una vida ajena o el clásico "animémonos y vayan", porque lo que está en la palestra ¡es el riesgo! y eso significa que el riesgo -es la anulación de las certeza-. Riesgo es eso, ausencia de certezas, pues hay allí afuera "algo" que contagia y mata, circula entre el contacto estrecho de la gente y eso es algo que la mayoría de la gente lo sabe, con el agravante que arriesgar, no solo es la -no certeza- sino que es dar -la oportunidad- de algo "que no es o no esta", para ¡ que sea y este!, eso es arriesgar, es dar una oportunidad -a lo que no es- ¡a que lo sea!.
Pero en el fondo, lo que desenmascara eso que las escuelas enseñan (porque son instituciones de control) y las inhiba a expresar un cabal señalar, mostrar, ponderar, "que no vengan a las aulas" porque no es seguro para nadie, ante la incerteza del propagar.
"En las guerras" no mueren los oficiales mayores ni los ministros de guerra, sino la carne de cañón que está -en la primera fila- y aquí, frente a este enemigo viral, la primera fila es el circular y la incerteza que significa ello, y que a igual de toda guerra, la espada de Damocles -de la muerte- penda sobre todo soldado y ¡vaya saber porque!, van a un lugar donde serán muertos, mutilados, desgarrados etc.
Y no le quede la menor duda que el "comando mayor" frente a este enemigo -son los políticos- que ponderan las clases presenciales en las escuelas.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias