Los abogados radicales fueron convocados a ser protagonistas de las transformaciones judiciales

La apertura estuvo a cargo del presidente del Comité Buenos Aires, Maxi Abad; la vicepresidenta Érica Revilla; y el decano de la Facultad de Derecho, Guillermo Lorenzo.

Abad manifestó que “necesitamos tener nuestras posiciones sobre un Poder Judicial que tiene muchas asignaturas pendientes. Yo sé que las mejores propuestas van a surgir desde el radicalismo de la Provincia y la abogacía organizada. Por eso estamos convocados para que no dejemos ningún espacio donde el radicalismo pueda tener preponderancia, protagonismo y, por sobre todo, esquemas de transformación”.

Agradeció a dos amigos “por los cuales siento un profundo respeto político e intelectual, con quienes coincido totalmente con su visión de país y de hacia dónde debe dirigirse la Justicia: Gustavo Menna y Ernesto Sanz”.

Al momento de los paneles, el de Neurociencia y Derecho estuvo a cargo de María Roca, integrantes de INECO (Instituto de Neurociencias y Derecho).

Luego llegaron los Foros de Debate. Género y Violencia, estuvo coordinado por Fátima Silva; Reforma de la Justicia Provincial, por Mateo Laborde; Tecnología y Derecho, por Diego Cantero; Consejo de la Magistratura Provincial, por Sandra París; y Acceso a la Justicia, por Rosario Sánchez.

En el final, realizado en el Aula Magna de la casa de altos estudios marplatense, se aludió a “El valor de una justicia independiente en la República”, a cargo de Marina Sánchez Herrero, Gustavo Mena y Ernesto Sanz.

Sánchez Herrero sostuvo que “quienes tienen que hablar son los que están todo el día trabajando en la Justicia. La mirada de los abogados es la mirada más universal del sistema”.

Agregó que “hablar de justicia y república es algo que nos identifica como radicales. Cómo nosotros no vamos a hablar de la independencia del Poder Judicial en la Argentina, porque para que ello funcione debe haber instituciones y nosotros siempre fuimos respetuosos de éstas”.

La presidenta del Concejo Deliberante de Mar del Plata y exintegrante del Consejo de la Magistratura, describió, sobre la actualidad, que “este gobierno tiene como bandera el corrimiento de la independencia del Poder Judicial, porque hace años vienen trabajando en eso, a veces pausado, otras veces de manera grosera. Y concretar ese corrimiento es hacer desaparecer la República, aunque haya jueces y haya legislatura”.

Por su parte Menna, exdiputado nacional, abogado y docente universitario, consideró que “estos debates son necesarios porque todos los embates contra la Justicia son por algo, nos pone peligrosamente a tiro de un régimen autocrático. Venimos de un proceso de decadencia, donde podemos incluir la institucional y la republicana con procesos que se repiten agravados, que se reiteran mediante la reforma judicial, la reforma del Ministerio Público, con dictámenes en el Congreso, es decir, que siempre están al acecho”.

Menna instó a pelear “por estas banderas, la de una justicia independiente, por nuestros ideales como partido político”, y destacó el proceso del Consejo de la Magistratura, a partir del fallo de la Corte Suprema en diciembre del año pasado, invitando “a dar pelea para su conformación definitiva”.

El cierre estuvo a cargo del exsenador Ernesto Sanz, que habló sobre el sistema judicial y su vinculación con la política. “El problema en la Argentina, cuando hablamos de poder, no se trata de factores de poder disciplinados por una democracia fuerte, son corporaciones de la propia política, del poder de la institucionalidad democrática. A esto lo vemos a diario desde hace un montón de tiempo y tenemos una justicia que es dependiente de esos factores de poder y se ven en fallos de los últimos tiempos”.

También explicó Sanz porqué la Justicia es dependiente de la propia corporación judicial, describiendo la elección de jueces que representan a determinados sectores y detrás de éstos un sinnúmero de aspirantes a cargos “que terminan defendiendo sus propios intereses en desmedro del bien común”.

Refirió a los jueces que deben ser elegidos por el Consejo de la Magistratura, “que no solamente deben saber de leyes, sino tener compromiso democrático y de progreso con las ideas de la sociedad, que es el motor de las transformaciones”.

Sanz, enfático como en casi todas sus alocuciones y con alto contenido político, dijo que “desde la buena política vamos a liderar un proceso virtuoso donde exista independencia y decencia con compromiso social, con un proyecto de progreso, crecimiento e integración con el mundo”.

Y cerró haciendo una descripción sobre el imprescindible rol de la política: “Cuando se están viviendo momentos de culturas negativas, que retroceden, hacen daños, son retrogradas, la política es la única que puede cambiar esos procesos culturales negativos. Pasó con la esclavitud y fue la política la que la abolió con la Asamblea del Año XIII; la desorganización nacional y la posterior a la batalla de Caseros, con la política se dio la organización a través de la Constitución Nacional de 1853; cuando la cultura de la oligarquía y el fraude se imponía a las instituciones, fue la política la que trajo la cultura del voto universal, con la aparición del radicalismo con todas sus fuerzas; cuando se dio la marginalidad de los sectores populares apareció la política del buen peronismo en 1945, surgiendo las leyes del trabajo; cuando en 1983 la cultura era la de los golpes y el partido militar apareció la política de Raúl Alfonsín con la cultura de una democracia para siempre en la Argentina; y ahora 40 años después, esa democracia que construyó la Unión Cívica Radical está en peligro por las deformaciones: una es la del populismo desde hace 20 años y ahora la otra deformación, del anarquismo antisistema. Entonces es el partido, los abogados de este partido, los que tenemos que salir al cruce desde la cultura de la política a cambiar la de la decadencia. A eso estamos invitados”

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