La publicacion fue un 'eslabon perdido' de la evolucion geselina, por lo que - del inicial encanto que significo hacer el libro - al desencanto total del autor, según sus apreciaciones, por lo que el texto no provocó. Pero ¿que incitó, que provoco al autor que escribiera tal libro?, esta serie de preguntas y otras más habremos de formular en un breve reportaje a Juan.
P: ¿Qué te llevo a escribir ese libro?
R: Mucha gente en Gesell hablaba de los años 60 y de los 70 como algo central para que este balneario se posicionara entre los jóvenes y cuando preguntaba ¿qué se había escrito al respecto?, la respuesta era la misma, nada, lo que se escribía era acerca de Carlos Gesell, pero nada de Villa Gesell y ese fue el motivo principal.
P: Hace veinte años que el libro se encuentra en el mercado geselino.
R: Si, es una manera de decir porque el libro hace años que se agotó, es un producto local cuya inquietud inicial era -llegar al lector- de este lugar, pensando que se iba a consumir la primera edición prontamente, pero no fue así, el libro no fue leído como pensaba y menos que menos a ayudar a concebir una línea de investigación que no estuviera centrada en la figura el fundador, en especial, en aquellos que de una u otra forma son los dinamizadores culturales o intelectuales del pueblo, en ese sentido el texto fracasó.
P: Pero si tu texto está agotado, ¿te parece fracaso?
R: Si Amadeo lo es, porque hay escuelas, hay medios, hay instituciones, hay periodistas, hay políticos etc., que no hubieron de leer ni utilizar el libro para tratar de entender cierta -idiosincrasia actual-, donde aquella época en cierto modo, puede ayudar a develar.
P: Haz escrito una considerable cantidad de libros entre ensayos, poesías y novela, ¿las experiencias no fueron distintas?.
R: No para nada, ¡claro que no fueron distintas!, el fenómeno de la falta de un pensar dialéctico se expresa en su magnitud allí, porque de la tesis de estos lugares como expresiones positivas, ciertos títulos de mis posteriores libros al Alma Perdida, señalaron la contradicción que significan estos lugares, la balanza de la riqueza y de la pobreza ya quedan pautadas entre los dueños y los que aportan mano de obra. Mientras, seguimos mirando al fundador, las acacias, la playa, con una Gesell cotidiana que es la del balneario, y de la pobreza, el de las necesidades básicas sin cubrir, testimonian la balanza ya pautada de antemano. Pero, lo peor no es que la realidad se muestre dialéctica sino que su pensar hacia ella, no se lo ejerza como tal, porque solo hay una Gesell: la del balneario.
P: Gracias Juan
R; El agradecido soy yo.
SiGesellnoticias