Así, se pone del lado de los que dicen que la oposición "siembra odio" o por el contrario, -desde esa oposición- ser denominado "gorila" y odiador serial, usted se pone a razonar y trata de entender ambas cosas para -tomar partido- se pregunta, ¿quien se equivoca? y después de largo meditar usted no puede zanjar tal dilema, no puede argumentar racionalmente su decisión pero ¡la toma!, ahora, ¿desde donde define usted una decisión que no puede fundamentar?, ¿cómo ha llegado hasta usted eso que no puede definir pero que decide en usted?, bueno, así entiende Marx el fenómeno de la ideología.
La ideología posea otras maneras de ser entendida como identificación, racionalidad, positividad etc., o el argumento por el cual uno piensa de "esa forma" por un partido político, pero si uno "queda seducido" por el concepto marxiano que la ideología es provocadora de -una falsa conciencia-, entonces, ella misma explicada ¡es ideológico! o en otras palabras, usted "siente" que ese magma significativo que determina su actitud política no puede ser explicado.
"Primero siento, después, explico", ese sentir esta direccionado por una dimensión simbólica a la que usted como sujeto fue sometido desde que nació -familia, barrio, escuela-, después, -operario, oficio, profesional-, y le impusieron una serie de sentidos, valores, los que cada uno de nosotros -va recibiendo- pero sin noción consciente y clara que era recepción -no es- neutral ideológicamente, por ejemplo, si usted escucha a periodistas que "señalan" que otros quieren que usted sea ¡apolítico!, "si es posible tal cosa", lo que ese comunicador busca -no es- que sea político sino que vaya en una dirección, porque "ser político" será tomar partido por una facción partidaria, y a la que suele pertenecer, hoy más que nunca está lleno de ellos.
Es lo mismo que cuando le dicen "vos sos inteligente y me vas a entender", esta manipulación esta a la altura de la otra, pero vayamos a la cuestión central de -la decisión- acerca de la grieta en pugna y representada en -el abucheo- hacia el movilizar o -el movilizar- como tal, puesto en la palestra en estos días, tales hechos lo fuerzan en ese punto de tener que elegir "una postura", pero -como- ¿y la ideología como trasfondo, ya no actúa más?, si, la nueva falsa consciencia será actuar desde la exigencia de la razón, y si decimos esto es para citar a alguien llamado Blaise Pascal que supo decir, "El corazón tiene razones que la razón desconoce".
Pero atónito usted -puede pensar- que Pascal justifica tanto "odio como fanatismo", pero el odio como el fanatismo no es ideológico sino ¡personal!, lo que nos lleva a la siguiente aporía: la justificación de porque estamos en un bando o en el otro -los sentimientos-. Definidos ideológicamente como peronistas y no peronistas, o la "sin razón" que incluye al mismo corazón, terminemos por matarnos entre todos, como sucedió en España con su guerra civil.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias