El proyecto fue aprobado por el voto de los nueve ediles del Frente de Todos, mas los nueve Mayores contribuyenets designados por el Intendente Barrera, ya que este año no hubo inscriptos voluntariamente.
Si bien lo que se votó es el aumento de tasas y una serie de cincuenta aumento de multas mayoritariamente dirigidas al Comercio, el argumento del oficialismo giró en torno al Presupuesto, las obras realizadas y los servicios que el Municipio brinda.
Desde la oposición se preguntaron si este año y con este contexto se justifica un 114% de aumento (de presupuesto 2022 a presupuesto 2023), y se criticó el aumento de los valores de las multas al comercio, que en algunos casos se tornan excesivamente gravosas.
Los mayores contribuyentes que acompañaron el aumento de tasas fueron Sebastian Alvarez, Fernando Araujo, Maria Arguiñarena, Maria Gelvez, Ignacio Paganini, Carlos Palacios, Marcelo Pastore, Atilio Roncoroni y Carina Schariti.
La gran sorpresa está en la gran cantidad de multas al comercio que se modifican, cerca de 45, que aumentan o redeterminan su valor, además de cambios en módulos de determinación de tasas, e incluso “cargas auto-aliviadas” para el Estado, como el cambio del parámetro del calculo del alumbrado público: de los actuales 50 metros a la lampara para pagar, lo llevan a noventa metros, por lo que podrán exigir a frentistas de cuadras enteras sin luz, que paguen el alumbrado.
La novedad se traduce en el agregado del artículo 40 que deroga la Ordenanza 2669, sancionada por el Concejo Deliberante durante el año 2016.
El SAMO fue creado para permitir a los hospitales públicos facturar a las obras sociales, mutuales, prepagas, seguros de salud y ART las prestaciones de salud que realiza a sus afiliados. Se trata de un régimen retributivo, cuyo 40% se destina al fondo de gastos de bienes y servicios de cada hospital, redistribuibles en un porcentaje a los agentes del sistema. Desde Juntos venían reclamando su efectivización.
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