La paradoja que se impone es esa, la del -sufrir- el sistema por posicionar a sujetos "solo" capaces para actuar -bien- acorde a las reglas de juego del sistema, así, ser pre-candidato, convencer, candidato, más otro grado de convencimiento resulte elegido, uno, dos, tres veces etc., por saber manejar tales reglas, pero ¿capacidad para mejorar el país, el estado, la gente?......
La democracia ¡no! otorga capacidad ni enseña ni instruye acerca de la sapiencia de gobernar, pues alguien "antidemocrático" solo puede serlo por la regla que -no se mete- con lo que el sujeto "piensa", y nos muestra que aquellos que dicen que se "atenta" contra la democracia por decir "esto, aquello o lo otro", -no entienden- de ¡que se trata la democracia!, que "no son" o implique contenido alguno sino la de estar ante una estructura formal para -elegir- ¡y punto!.
¿Recuerdan ustedes el apotegma que con la democracia, -se come, se cura y se educa-?, bueno cuarenta años después, con un 45% de pobreza, con un el 36% que no cuenta con ninguna cobertura de salud por trabajar en negro, donde más del 50% de los Argentinos no finaliza el secundario, muestra el cabal ¡fracaso! de aquellos que han asumido la responsabilidad de llevar a delante la Argentina y si la democracia fuera eso, entonces, ¡vamos por las dictaduras y las tiranías!
Los triunfos electorales "no son" correlativos a capacidades ni las buenas intenciones a saberes concretos o las disposiciones a correctas administraciones, pues la democracia no otorga nada de eso sino e "insistimos" que se trata de un -mecanismo- para coronar a ciertos entusiasta ungidos y lleven adelante las riendas del país.
Es tan "formal" el sistema que inescrupulosos posicionaron los "ismos" nacidos bajo la vera del sistema, pues tales sujetos hubieron de expandir y desarrollarse bajo -el carisma, autoridad, embaucar- a muchedumbres, he aquí entonces el origen de los ismos, los que -en principio- fueron beneficiosos para una equis sociedad y posteriormente preguntarse ¿fue beneficio?, hay ejemplos nefastos de ismos ¡de sobra! por estos lados.
La vieja definición del "demos" en posesión del "kratos" quizás peco un poco de romántica, porque el -verdadero- poder no está ahí, como tampoco en esos pequeños "tiramos" que buscan ¡perpetuarse! en el gobierno abusando del favor del sistema que significa la reelección o la "conjura" de los ismos.
Y al final solo una simple pregunta, -che y quienes eligen, ¿ellos no tienen que ver con nada?- ¡claro que sí!, he aquí la base "cuantificadora" de los ismos y la democracia no tenga -nada que ver-.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias