Los ecos de tamaño dato político no escaparon a la reunión de comité de este martes, en donde hubo pirotecnia de alto calibre, que hace predecir que el centenario partido, el de los acuerdos y los consensos ha retrocedido a la estricta letra de su centenaria marcha: “que se rompa, y no se doble”.
Ambas listas llegaron a la PASO que mostró un escenario cambiado. Y desde ambas listas se esgrime una legitimidad distinta: desde la lista de Grinspun – a la postre más votada que la de Lafrosia – le asisten el razonamiento de haber sido la última candidata que el ganó a Gustavo Barrera en el 2021 por más de 1100 votos, desde el possimo que sostuvo a Pablo Lafrosia, esgrimen que el resultado de la última interna los favoreció por un margen de 23 votos.
El centenario partido fue el de la estructuración del primer gobierno democrático en Villa Gesell, ha dado al distrito tres intendentes y cinco periodos de gobierno, sumando los tres de Luis Baldo, y hoy se muestra en un pozo del que será difícil salir.
Atrás quedan las matemáticas de los resultados, que dicen que las dos listas radicales que compitieron por separado en las últimas internas -Grinspun y Lafrosia- sumaron mucho más que la lista del PRO que catapultó a la intendencia a Clarisa Armando, un escenario que tiene su paralelismo con el escenario político de la vecina Pinamar, que supo usufructuar el intendente Martín Yeza.
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