Vamos a una segunda lectura, la victoria de Milei al sacer unos 14 puntos de ventaja al candidato de Unión por la Patria. Así, Milei sumó 12.524 votos contra los 9.450 de Sergio Massa, un 56.99 % por sobre un 43, %, aquí -no hubo- efecto arrastre, lo que abre un interrogante si la relación procedimental entre gobernador e intendente continuara, en especial por la obra pública destinada al partido o no, y “no” decimos que el gobernador sea agenda para el gobierno local, sino de la importancia que tiene la obra pública para generar trabajo, lograr mejores condiciones para el balneario y de la importancia de esta monumental construcción del hospital materno-infantil, ampliación de la ruta 11, y entregar casas propias a residentes geselinos, nos diga de esa agradable relación.
Por supuesto, todo ese gasto público favoreciendo a Villa Gesell, lo que se tradujo en un -no corte- de boleta en las elecciones del 22 de agosto, porque se hubo de continuar en las urnas la “misma” correlatividad entre -gobernador e intendente-, pero una espada de Damocles se puede apreciar con la victoria de Milei en Villa Gesell y posicionar un posible efecto “arrastre positivo” en las fuerzas opositoras locales las próximas elecciones, por supuesto, si el presidente logra a grandes rasgos mantener cierto -decoro en su gestión-.
Y pregunta por el papel de toda oposición, sea la de hoy y la de mañana, ¿cuál es?, pero mejor si preguntamos por su poder, ¿tiene poder la oposición?, si el poder está en el “hacer” pero si ese hacer es la denuncia o la traba a los proyectos y el continuo deliberar, todo eso queda roto como estrategia a la hora del aprobar o no un proyecto, moción o lo que sea, y develar a la oposición como parte de un decorado para que actúen los otros, los que -si- pueden “hacer” porque ganaron, es drama de toda oposición es que no podrá pedir, aspirar, tener otra participación a los que le asigna el sistema por ser los “vencidos”, ¡sí!, porque quien “es” oposición se trate de un -vencido-, alguien que perdió, donde la cuantificación es determinante.
No puede haber orgullo, no puede existir dignidad, ni puede pedir, respeto, clemencia, comprensión esos –vencidos-, el único simbolismo que maneja la cuantificación es la numeralidad, lo otro, es del ámbito político y que no posiciona la cuantificación, porque ese es el ámbito que determine para el ganador ¡todo!, y al perdedor ¡nada! o sea, oposición.
Cuidado infatuado, cuidado.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias