Se trata de dos términos con una profunda carga filosófica, por representar “dos” realidades distintas y Nietzsche, convertirlos en ejes paradigmáticos para abordar al hombre, el mundo y a la realidad.
Pero, ¿por qué apelar a tales distinciones en un ámbito –el turismo- ajeno a semejante disquisición?, porque detrás de acciones y hechos en términos de balnearios, revoluciones, capitalismo, explotación etc., nos topemos con conductas y trasfondo esencial, de la ¡condición humana!, pues lo que posiciona la perspectiva de lo -apolíneo-, implique -orden, racionalidad, formalismo, estética y luz-, mientras, que con la perspectiva de -lo dionisíaco-, Nietzsche configure a su opuesto -el caos, el desorden, las pasiones, la embriaguez- como valores “supremos” de la vida, he aquí, entonces, ¡luces y sombras!, que envuelven a la entidad humana.
Por el cual “Cuba” y los “balnearios bonaerenses” de la Argentina, son examinados por Oviedo en su ayer y en su hoy, aplicando estas “dos” concepciones señaladas, y señalar la “dualidad” que en la costa bonaerense implica la temporada y su némesis: la estacionalidad, mientras que, en Cuba, los destinos de La Habana y Varadero, sufrirán un cambio del periodo pre revolucionario al revolucionario en la isla.
Tanto lo -apolíneo como lo dionisíaco-, poseen esa vigencia filosófica y por ende, aplicable a toda realidad y la siguiente propedéutica: ¡lo que eres, te destina!
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