El hambre es un poderoso detonante, por el cual hay instituciones, gente, comedores que tratan de aminorarlo, con un plato de comida al día, etc., ahora, uno bien se pregunta, ¿es correcta la tesis de la rebelión ante la supervivencia acechada?, porque de ser así, ya deberían haber muestras de la misma, porque los bajos sueldos, no trabajo, despidos, inflación, son variables que conducen al hambre, sin embargo, -no hay- que confundir los hechos de misiones con rebelión, esas manifestaciones “no son” para -cambiar nada- sino para que se les aumente el sueldo, entonces, ¿aún falta más tiempo del sufrir de la gente hasta que ya no pueda soportarlo más?, ¿o ellos no poseen los -elementos, estrategias u organización para luchar- y necesitan ser “alentados” tipo Jauretche a esa lucha?.
Pero ¿lucha en contra de quien?, hacia quienes consideran responsables de su situación de miseria, inanición y hambre, ¿y quiénes son?, los funcionarios cercanos, medianos y del lejano lugar, lo lejano, es quien posea más poder para atemperar todo, pero más allá de eso una sospecha se cierne acerca del hambre en cuestión, que no es por incapacidad sino por una forma de gobierno tras la búsqueda de “equilibrios” en otros ámbitos a los que el gobierno considera ¡más importante!, por el cual el hambre no lo sea por incapacidad o impericia sino como algo que él provoca por sus recortes, tras su meta de bajar el gasto público, no inversión pública, sueldos depreciados.
Entonces la pregunta ¿es un gobierno cruel?, lo cruel entendido como falta de piedad por el dolor que provoca, lo determina cruel, pero el sentido de fondo del gobierno no sea el -no tener- piedad por provocar dolor, sino que la “gente” es la tácita variable “utilizada” siempre, pero a la hora de la gente es preciso aclarar algo, se trata de la gente que aparece en la tele, la que labura, porque “esa” es la gente que soporta, y la que no se halla organizada bajo ninguna institución social y por lo tanto -no está blindada- y no sabe luchar con movilizaciones, cortes de ruta, calles, etc., se trata de esa gente que sale en los medios y esta desprotegida por contar solo con una jornada y medida única para ganarse el pan, bueno, esos son los que sufren, a ellos le llega el hambre, las necesidades, a ellos les compete “nuevamente” rebelarse.
¿Cómo dice?, ¿cuándo ellos se rebelaron?, cuando votaron a Milei por estar ¡hartos! de consumir la “misma” sopa de siempre, decidieron votar a quien destruiría a aquellos provocadores del hartazgo, entonces, ¿qué se puede inferir aquí?, un principio de lucha distinto, intuitivo, por la hartura hacia los mismos de siempre, donde el hambre, no es resiliencia, sino el cilicio del autocastigo para purgar las culpas de los votos pasados, y aquí, entonces, de vuelta la pregunta ¿estemos ante crueles también?
Juan Oviedo
SiGesellnoticias