Ahora, desde el “valor” mismo, -ser libre- nos permita ejercer facultades como la racionalidad, inteligencia y voluntad, pero antes, estemos ¡obligados! a respetar el derecho de los otros, lo paradojal es que la libertad se inscribe en la “obligación” antes que en el “derecho” que implica ejercerla, el axioma que sostiene “solo el libre hace libre al otro” conciba a la libertad como una instancia –no- coercitiva.
Pero ¿se puede condicionar a la libertad?, por ejemplo, si quieres ser libre tienes que hacer esto, lo otro, pensar de la siguiente manera, actuar conforme a lo que se te dice etc., se dirá que son “tipos” de obligaciones, pero ellas están centradas -no hacía- el otro sino hacia uno, se trata de obligaciones para pertenecer, por el cual nos topemos con una libertad de “concepto”, pero ¡no de hecho! porque esta última, es posible desde un humanismo centrado en “uno” pero teniendo por eje al otro, ¿entiendes?, no esclavizas al otro, no lo coercionas, no lo condicionas, no lo utilizas, no te aprovechas de él.
Ahora, si no puedes “ver” a quienes, en nombre de la libertad en el fondo -la niegan-, es porque –tú- no la entiendes, no la ejercitas, ni la vivas, y tampoco te ¡importa!, ¿y cuando te importa?, cuando estas sojuzgado sufriendo la miseria del voto equivocado al candidato puesto por el “dedo” y por la “lapicera”, y una vez más, en medio de tu desgracia clames por la libertad como derecho, maldito “oportunista” que has sido usado una vez más, por este y por los restantes gobiernos, con tu espíritu de esclavo condicionas a los libres a “sufrir” ¡tu! equivocación.
Entonces, la libertad en este contexto, se torna solo en una “aspiración” de conciencia, para los pocos, necesaria para poder existir tras su -plenitud-, porque sufran la exigencia del relato y el anti relato, por necesitar crear a “esclavos” y mantener -su- vigencia electoral, por eso no hay -solución por estos pagos compadre-, no la hay ¡ni la habrá! porque ese espíritu de la libertad no te hace militante, no te hace afiliados, ni te hace horda.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias