Desde el oficialismo se planteó sobe tablas la aplicación de una sanción a los ediles de la oposición que restan quorum a la Comisión de Obras, en donde se pretende sacar a “libro cerrado” la concesión del servicio de Gas por redes a la empresa del Gobierno de la Provincia BAGSA SA. “Si tengo que pagar una multa por intentar defender el patrimonio de los geselinos, la pago con gusto, solo que se está haciendo mal el procedimiento, ya que se esta violando el derecho constitucional a la defensa”, señaló el edil Amadeo Montenegro (UCR).
El debate sobre el tema se centró en la intempestividad del tratamiento: no había ni siquiera un expediente formado y solo existia una nota en la presidencia del Cuerpo. Desde el oficialismo abreviaron pasos: pidieron a la vez formar expediente y tratarlo. Desde la oposición no solo objetaron que no había derecho a descargo, sino que además las faltas no eran tantas: del propio material obrante adjunto a la nota y en el recinto, el concejal Ricardo Cemborain (Compromiso Ciudadano) contó solo cuatro faltas.
La hipocresía de Canonne:
Pero el caso más llamativo fue el de Gustavo Cordoba, que durante el año padeció un tratamiento médico con un período de recuperación que lo imposibilitó de asistir a las sesiones del Concejo. Durante su reposo recibió la visita del presidente del Cuerpo Aldo Canonne (FPV), quien se acercó para interiorizarse acerca de su estado de salud. Lo llamativo del caso es que la sanción a Córdoba terminó siendo decidida por el voto doble de Canonne. “Usted lo fue a ver cuando estaba en cama, y ahora vota por que su falta fue sin justificar, lo suyo es de una hipocresía mayuscula”, señaló con dureza el Concejal Amadeo Montenegro (UCR). Esas palabras de Montenegro le valieron represalia: el presidente del Cuerpo le negó el uso de la palabra, en un gesto que desde la oposición calificaron de “autoritario”.
Detrás de todo, el negocio del gas
Pero el verdadero fondo de la cuestión es el negocio de la concesión de la red de gas de Villa Gesell. En enero del año próximo vence la consesión a Gesell Gas, y el intendente Rodriguez Erneta parece que ya le tiene candidato al negocio: la propia empresa provincial BAGSA. Erneta inenta sacar del Concejo Deliberante la concesión sin ningún tipo de condicionamientos, mientras que desde la oposición reclaman un pliego de prestación del servicio, y un compromiso de obras a realizar por la futura concesionaria. El reclamo no es menor: para la concesión de la obra se requiere de la anunencia de 8 de los 12 votos del Concejo. El ernetismo tiene seis votos propios y debe salir a buscar dos más. Mientras se cruza pirotecnia política, por lo bajo hay una busqueda desesperada de quebrar la oposición. Hay mucho en juego.