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y vemos que hay gente que no es de Gesell y que ocupa nuestros lugares”, apunta Emilio Zarate, que con sus 19 años de antigüedad en el Municipio fue dejado sin trabajo y sin explicación alguna. Casado y padre de tres hijas, Emilio afronta una complicación extra: su esposa padece una enfernedad de muy costoso tratamiento, y ha apelado a mil recursos para seguir costeandola.
“Desgraciadamente en un estado de derecho no se cumple con trabajador, se mezcla la política con el trabajo y se pierde la dignidad del obrero. Los trabajadores no tenemos que depender de esas cosas, tenemos que ganarnos nuestro lugar con capacitación y esfuerzo”, apunta a modo de desahogo, como reconociendo que en este día nadie parece acordarse ya de ellos. “Que todos los compañeros se den cuenta nos debemos a la comunidad y no a un señor de turno”, sentencia.
Emilio para sobrevivir hace changas vinculadas a su oficio, el mismo que ayudó a la Municipalidad de Villa Gesell durante la gestión Baldo a ganar dos premios a mejor Stand de Turismo en la Rural de Palermo: pintura, colocación de membranas, mantenimientos en general; y a través de su larga lista de amigos y conocidos se las arregla para ir haciendo algo. “Vengo de pintar la pizeria Ventura, que es de mis amigos”, apunta.
En este día no fue ajeno a la charla el intento del ernetismo de reactivar el Sindicato de Trabajadores Municipales, con gente afin: “es lo más totalitario que he visto en 56 años de vida… no se llamo a ningun compañero para elegir la dirigencia” apunta.
El problema de los Municipales despedidos:
Ni bien asumido en sus funciones, el intendente de Villa Gesell Jorge Rodriguez Erneta dispuso la anulación de los concursos y categorizaciones en planta permanente de 200 trabajadores Municipales, que con un promedio de antigüedad de 10 años se habían desempéñado en el Municipio, y que a través del programa de Capacitación “Q” Gesell habían logrado su ansiada estabilidad laboral. No hubo voces sindicales de defensa en el momento, los despedidos buscaron apoyo en autodenominados referentes sindicales como Luis Fidalgo, pero nadie salió en su defensa. Solo un pequeño grupo de empleados telefónicos se acercaron a mostrar su solidaridad con la lucha, cuando los despedidos tomaron en protesta el Concejo Deliberante.
Curiosamente, la misma situación vivieron trabajadores Municipales de Pinamar, pero el reclamo sindical y el reconocimiento del error por parte del intendente De Vito hizo que los municipales vuelvan a sus puestos de trabajo.
Los Municipales de Gesell continuan en la Justicia su lucha.